Derechos Humanos / Anuario 2017

18 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2017 Éste se trasluce, a través de los programas docentes, en la forma- ción de un pensamiento crítico y capacidades del alumnado y en una contribución a la sociedad a través de los proyectos de investigación que con rigor se llevan a cabo en este campo. Todo ello, formación, transferencia y difusión del conocimiento (resultados de la investigación incluida) contribuyen, removiendo las condiciones que favorecen esa vulneración de derechos. Galilea Cariño: Recientemente muchos gobiernos (algunos más que otros) han volcado su atención hacia los derechos humanos. El dis- curso de los derechos humanos ha favorecido la armonización de normas, se ha aplicado a campañas y políticas, pero, ¿ese discurso es efectivo en la práctica o sólo se ha instrumentalizado?, ¿qué se requiere para que exista esa simbiosis entre discurso y práctica? Gorka Urrutia: La efectividad en la implementación de los derechos humanos varía de un lugar a otro, y también respecto a unos dere- chos u otros. La adhesión a normas y estándares de carácter interna- cional son un elemento base para ello, pero han de ir acompañados de acciones, programas y proyectos que promuevan positivamente su implementación. En la misma línea, y en lo que respecta a los poderes públicos y los requisitos para la existencia de una mayor simbiosis entre discurso y práctica, la dotación presupuestaria suele ser un elemento ilustrativo de compromiso claro y real para la efecti- vidad e implementación de los derechos humanos. Galilea Cariño: ¿Qué significado tiene que una universidad alber- gue un instituto de derechos humanos? ¿Cuál es la esencia de este espacio y qué impacto puede tener en prospectiva respecto de con- diciones tan adversas como las que actualmente experimentamos? Gorka Urrutia: El hecho de que una universidad albergue un Instituto de derechos humanos depende de muchos factores. Algunos de ellos tienen que ver con las disciplinas académicas de la propia universidad (o de las personas que lo impulsan) y el foco en la cuestión de los derechos humanos. Otros están rela- cionados con la naturaleza misma de la universidad. En nuestro caso, al ser una Universidad jesuita con una clara vocación por la justicia social, disponer de un centro de estas características se presenta como un hecho natural. Por otra parte, se observa cómo en las últimas décadas se ha producido un incremento en la aparición de institutos académicos, cuyo interés se centra en el estudio e investigación, la formación y la difusión de una cultura de los derechos humanos. Estos ejes son parte de la esencia de un Instituto universitario de derechos humanos. Añadiría el de la incidencia (que es un elemento que atraviesa el resto), mediante el cual se plasma esa voluntad de tener un impacto social y político con aportaciones positivas para la sociedad en la que se inserta. Se observa cómo en las últimas décadas se ha producido un incremento en la aparición de institutos académicos, cuyo interés se centra en el estudio e investigación, la formación y la difusión de una cultura de los derechos humanos.