Derechos Humanos / Anuario 2017

166 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2017 Los primeros pasos En 1975, declarado por la Organización de las Naciones Unidas Año internacional de la mujer , se realizó la primera conferencia internacio- nal, precisamente en nuestro país. No se hablaba de violencia ni mu- cho menos de violencia de género. Todavía se sentía el influjo de los llamados nuevos movimientos sociales que emergieron en la década de 1960: los hippies, la revolución sexual y desde luego la liberación femenina. Era importante romper ese nexo y hacer las cosas en un marco más apropiado. Naciones Unidas decide que será el inicio del Decenio de la Mujer, con el lema “Igualdad, Desarrollo y Paz”. El tema central es la igualdad jurídica y su consagración en las constituciones. México ya había reformado el artículo 4o. constitucional para señalar que el varón y la mujer son iguales ante la ley y que ésta protegerá siempre a la familia. Persiste la ecuación mujer = familia. Algunos grupos feministas, de reciente formación, se deslindan de la celebración: no somos iguales, no queremos el desarrollo capi- talista y reivindicamos la lucha constante. La lógica indicaría que los hombres, como la luna llena, brilla- ban por su ausencia. No fue así. El presidente de la Conferencia Internacional fue Pedro Ojeda Paullada, secretario de Estado, pro- fundamente ignorante de las cuestiones de género, la igualdad y los derechos humanos. Todavía se estilaba que la esposa del ministro dirigiera el voluntariado de manera pública, pacífica y gratuita. Se pensaba que una vez colocado en la agenda internacional el tema del “adelanto de la mujer”, a partir del reconocimiento de la igualdad jurídica, en diez años se tendrían avances sustanciales. Vale la pena mencionar que todavía existían países en donde las mu- jeres no tenían siquiera el derecho formal de acudir a las urnas. Mé- xico reconoció el sufragio femenino, en el ámbito federal, en 1953 2 . En 1979, se emitió la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la cual es un instru- mento completo y visionario. Advierte el trato peyorativo que se da a la mitad de la población en los distintos ámbitos de la vida y exhorta a los gobiernos a tomar acciones precisas para avanzar hacia la igualdad. En 1980, la II Conferencia de Naciones Unidas para la Mujer se realiza en Copenhague, Dinamarca. A mitad del decenio. Se amplía la noción de igualdad: de jure y de facto . Cinco años después, en la ciudad de Nairobi, Kenia, se realizó la III Conferencia. Era el fin del Decenio y se pensaba que sería ne- cesaria una evaluación de los avances. La situación de las mujeres seguía siendo de notoria subordinación en el terreno laboral, de par- ticipación política o social, educación y vida cotidiana. La violencia ocupa un lugar en los debates de la Conferencia, con énfasis en la violación sexual. Se sigue pensando que la violencia sexual es algo 2 Los únicos países que reconocieron el voto a las mujeres en el siglo XIX fueron Nue- va Zelandia y Australia. La mayoría de las naciones europeas lo hicieron en el primer tercio del siglo XX y en América Latina en el segundo tercio. Algunas excepciones notables son Suiza, que lo reconoció en 1971 y Perú (1975). Concluyó el siglo y el milenio y aún hay mujeres que no pueden acudir a las urnas.

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