Derechos Humanos / Anuario 2016

32 DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2016 amenazaban directamente al colectivo: “si no se van de aquí hijos de su…”, ya te imaginarás… “vamos por ti” . Dio nombres, entre ellos, el nombre del presidente del colectivo, el señor Joel. En ese momento yo me quedé cimbrada totalmente, lo único que hice fue hablar direc- tamente a la PGR y decirles lo que estaba pasando y les mandé la información. Créeme que gracias a Dios se ha dado una relación, por eso yo siempre apego al acceso a la justicia de manera pacífica, hablé con ellos y empiezan a rastrear la nota. Al otro día, el fiscal de desapa- recidos me dijo: “todo está tranquilo, no es por donde tú crees”. Fui a México, puse mi denuncia, sin embargo, en el momento, sí te cimbras, particularmente porque la mayoría de las personas que nosotros abrazamos son mujeres, mujeres de entre cincuenta y sesenta años. De manera especial, a algunas también las han ame- nazado, algunas se han ido de allí. Margret Michel: Ante estas situaciones, ¿tienen algún protocolo de seguridad? Adriana Bahena: Nosotros somos los que tenemos que actuar, la autoridad lo que te va a decir siempre es: “tiene que poner la denuncia”. Yo les he dicho: “sí, y en lo que pongo la denuncia me la truenan”. Entonces, real- mente hemos aprendido a cuidarnos entre nosotros y a tratar de hacer lo que tengamos a la mano. Recurrir a la autoridad sí, como el caso de la denuncia que te platiqué; ubicaron la línea de dónde venía; gracias a Dios era otra persona con otro interés y así, pero ellos, como autoridad, se apegan a las famosas 72 horas, y tienes que esperarte porque si no, es un “no está desaparecido”. Margret Michel: Algo sin duda impactante en tu presentación es la forma en la que enfrentan el proceso de dolor ante la desaparición de algún familiar, ¿de qué manera viven las víctimas su dolor y cómo éste se transforma en el dejar de pensar en ustedes mismas/os, para pensar en los/as demás y pensarse más bien entre los otros, las otras y desde los otros y las otras? Adriana Bahena: Sabes una cosa, ése es un proceso muy personal, te voy a decir por qué. Yo fui pastora, yo soy cristiana desde hace muchos años. Cuando a mí me sucede esto, y es algo en lo que yo he tratado de trabajar siempre con el colectivo, siempre he dicho: “a lo mejor nosotros podemos conseguir que la autoridad nos dé esta respuesta, que nos proporcione esto”, todo aquello que se ve afuera; pero mientras no haya un trabajo interno, las compañeras siempre que las veas y les preguntes, van a llorar de dolor. Yo agradezco a Dios; a lo mejor todo lo que he pasado, fue porque he pedido: “Dios pruébame en esto, pero yo quiero que me des esto” . Yo, Adriana, he aprendido que lo que pasa en mi vida es porque Dios tiene un plan y un camino. Lo que vivo hoy es para aprender y avanzar mañana. Todos los días trabajo con la gente del grupo en decir: “tenemos que Realmente hemos aprendido a cuidarnos entre nosotros y a tratar de hacer lo que tengamos a la mano.

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