Derechos Humanos / Anuario 2016

DERECHOS HUMANOS ANUARIO 2016 25 e insistencia en que se hiciera justicia y que se investigara, fue la Compañía de Jesús. El IDHUCA colaboró especialmente haciendo lobbying internacional y trayendo algunos especialistas y técnicos internacionales que llega- ban, daban una declaración técnica sobre el asesinato y sobre la com- plicidad indispensable que tuvo que haber del ejército, y después se retiraban; era más una cuestión de apoyo mediático también. Se trabajó bastante entre el IDHUCA y la Compañía de Jesús. En ese momento, como te digo, pienso que se creó una conciencia muy grande de que el Estado Mayor era el que había dado la orden de asesinarlos, pero judi- cialmente no se consiguió más que la absolución, la condena de nueve que llevaron a juicio, y la condena a los dos oficiales de mayor rango que habían participado en el operativo y que encubren al Estado Mayor, que era quien había dado la orden de matar. Aparte de eso se han hecho otras actividades. En el año de 1999, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió que se reabriera el juicio, especialmente para investigar a los autores in- telectuales; el gobierno se negó a hacerlo, entonces presentamos una denuncia aquí contra seis militares que habían sido menciona- dos por la Comisión de la Verdad y contra el propio presidente Cris- tiani en aquel momento. Ese juicio fue una farsa. En el año 2000, el gobierno no había cumplido las recomendaciones de la CIDH, se negaron a investigar la situación, la Fiscalía no hizo nada, el sistema judicial se limitó a decir que el crimen había prescrito y que no se podía hacer nada. Después está el juicio abierto en España, dada la imposibilidad de seguir abriendo aquí la investigación. El juicio en España lo inició el Center for Justice and Accountability, y el IDHUCA colaboró con algu- nos aspectos: buscando testigos, aportando materiales; pero de hecho ahí ya la Compañía de Jesús, o la UCA oficialmente, no se comprometió tanto en el juicio de España, en parte porque tanto la Compañía como la UCA habían insistido continuamente en que el tema de las graves vio- laciones de derechos humanos debía resolverse dentro de El Salvador. Después de mantener esta posición, tampoco se quería decir: “bueno, pues ahora nos vamos allá y la mayoría de la gente no puede salir fuera y la solución de los problemas de derechos humanos es un problema del país, de mucha gente en el país y, por tanto, hay que abrir puertas aquí dentro”. No veíamos mal lo de la apertura en España, porque creemos que eso puede ayudar a que se juzgue dentro del país a autores materia- les e intelectuales de las graves violaciones de derechos humanos, pero no queríamos participar porque queríamos seguir insistiendo en que el país era el lugar donde había que propiciar una justicia, sea justicia transicional u ordinaria. RosarioArrambide: ¿Es en este proceso donde surge la Ley deAmnistía? José María Tojeira: Sí, dentro de los acuerdos de Paz. Una parte de los acuerdos es purificar el ejército o depurarlo, y otra es establecer la verdad sobre graves violaciones de derechos humanos; entonces,

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