Guía básica de estilo escritural

4 • IBERO PUEBLA Presentación y uso de la guía El Diccionario de la lengua española define ‘guía’ como un “tratado en que se dan preceptos para encaminar o dirigir en cosas, ya espirituales o abstractas, ya puramente mecánicas”. A diferencia de documentos prescriptivos como los códigos y las legislaciones, este insumo pretende ser una mera referencia que permita encausar uno de los objetivos comunes de la Comunidad IBERO Puebla: propiciar una comunicación clara, unívoca, atractiva y pertinente. Los apartados que se desglosan en las siguientes páginas constituyen un brevísimo concentrado de escenarios en los que la comunicación institucional de la IBERO Puebla se ve inmersa de manera recurrente, así como sus posibles soluciones y pautas. Si bien la inspiración parte del día a día en la elaboración de textos institucionales, los fundamentos teóricos son recuperados de diferentes fuentes periodísticas y académicas (mismas que se pueden consultar en el apartado final). De manera similar a lo que ocurre en el mundo jurídico, donde la interpretación juega un papel preponderante, las pautas de estilo no son universales; sí lo son, en cambio, las normativas elementales de gramática, ortografía y lingüística general. Ello deriva en controversias permanentes sobre temas que parecerían atemporales: “¿el adverbio ‘sólo’ debe o no llevar tilde diacrítica?”, “¿llevan o no llevan punto las listas con viñetas?”, “¿se escribe ‘medio ambiente’ o ‘medioambiente’?”. La Guía básica de estilo escritural pretende brindar una salida a estas encrucijadas que sea útil para toda la Comunidad Universitaria. Algunas de ellas, por supuesto, permanecerán en el debate entre pasillos. Por ejemplo: ¿por qué deberíamos suprimir los extranjerismos a los que se aferran disciplinas como la mercadotecnia, los negocios o el derecho? Álex Grijelmo lo expresó con mucha elocuencia en una columna para El País: “La riqueza de nuestro lenguaje depende de lo que decimos pero también de lo que dejamos de decir... y por tanto perdemos. El problema no es que lleguen anglicismos, sino que se rodeen de cadáveres”1. No se trata, pues, de eliminar vocablos “forasteros” definitivamente, sino de mandarlos a la banca mientras entran al juego las palabras y conceptos del español, la lengua que compartimos con casi 500 millones de personas. La diversidad de fuentes de consulta ha sido esencial para elaborar consensos estilísticos que contribuyan a la construcción de una identidad lingüística para la IBERO Puebla. Al usar esta Guía, la persona que redacte materiales textuales de tipo 1 Grijelmo, Á. (Octubre 11, 2014). “El anglicismo depredador”. El País. https://elpais.com/elpais/2014/10/10/opinion/1412938788_269763.html?event_log=oklogin

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