Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social
67 Normalmente, los trabajadores expresan aprobación a la posibilidad de gestionar su tiempo de trabajo, pero se quejan sobre la presión indirecta de la plataforma para adoptar ciertos comportamientos. Además, todos los repartidores que participan en RUB demandan una equitativa distribución del tiempo de trabajo y un número fijo de horas mínimas para cada uno. 5) Posesión de los medios de producción : los repartidores trabajan con sus propias bicicletas o motos, usando sus propios smartphones. Las plataformas les proporcio - nan las mochilas para las entregas y los uniformes de la compañía, pero, en algunos casos, les solicitan una fianza o un pago en el caso de sustitución. Las plataformas no poseen ninguno de los sitios de producción de las mercancías (menos que en el caso de Domino’s). Los repartidores reportan que el real dueño de las plataformas es la aplicación, con su sistema de gestión y de recolección de datos. Los repartidores se quejan tanto por el papel invasivo del algoritmo —que controla cada fase de su traba - jo, que no les permite una comunicación directa entre ellos, que los obliga a aceptar entregas inadecuadas—, como por la ausencia de transparencia en la gestión de los datos. Los trabajadores demandan un mayor contacto directo con el patrón, sobre todo en casos de problemas o quejas, la posibilidad de relacionarse y negociar con los directivos, la transparencia de los datos. En algunos casos, consideran la posibilidad de lanzar o unirse en una plataforma cooperativa, como una alternativa interesante y más democrática. 6) Educación : hay una composición transversal de la fuerza de trabajo; es difícil medirla (sobre todo desde un enfoque cualitativo), pero se registran tanto trabajado - res con altos niveles de formación como con bajos. Además, aunque hay una opinión difusa en el sentido común de que los repartidores son estudiantes jóvenes, los traba - jadores reportan la presencia de varios migrantes y adultos. En todo caso, evidencian que éste es un trabajo que necesita bajas competencias. Se necesita una educación informática básica para usar la aplicación, el conocimiento de las reglas viales y de las calles de la ciudad para hacer las entregas, y simples competencias de gestión del cliente durante los turnos. Varios de los trabajadores no ven la posibilidad de una subida en el nivel contractual y reportan que están realizando este trabajo en la espera de otro (posiblemente mejor), porque en el momento no tienen la posibilidad de en - contrar uno mejor, o como sustento para otro proyecto de vida. Conclusiones. Trabajo en las plataformas como campo de batalla Resumiendo: parece bastante claro que hay una fuerte distinción entre la visión de las plataformas y la de los trabajadores con respecto a los servicios digitales de entrega de alimento y la gig economy en general. Las primeras insisten en el freelancing , la ga - mitification y la flexibilidad, mientras que los segundos reportan la dependencia del trabajo y lucha por los derechos en el capitalismo de plataforma
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