Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social
59 de ese nuevo modelo de negocios. Al igual que Valerio De Stefano, 15 podríamos distinguir entre dos ramas de la gig economy : el trabajo en línea y el trabajo a través de las aplicaciones. En el primer caso, todas las actividades laborales son realizadas en línea (por ejemplo, la transcripción de una grabación, la enseñanza de una clase de lengua); en el segundo caso, el proceso de trabajo es coordinado por las plataformas, pero su realización, así como sus productos, se originan fuera de ellas (por ejemplo, entrega de alimentos, limpieza de casas). La investigación de campo presentada en este capítulo se enfoca en el trabajo a través de las aplicaciones y en la dimensión urbana. En efecto, desde que las platafor - mas coordinan el proceso de trabajo, la ciudad representa una fructífera dimensión para la plataformización de los servicios, la contratación de la fuerza de trabajo y la disponibilidad de consumidores. 16 Hay algunas actividades (por ejemplo, cuidado de la vivienda, transporte, hospedaje, entrega) que están estrechamente vinculadas con un lugar y no pueden ser desplazadas a otros, así que todas ellas representan unos servicios potenciales que pueden ser pasados desde las redes informales a las platafor - mas. Al mismo tiempo, el espacio urbano ofrece una amplia gama de potenciales em - prendedores de sí, 17 es decir, de ciudadanos de las urbes y habitantes disponibles en trabajar como freelancers , quienes proporcionan algunos bienes comunes básicos como medios de producción (por ejemplo, bicicleta, casa, carro, instrumentos de limpieza). Finalmente, la ciudad representa un espacio de consumo en donde —gracias al desa - rrollo del comercio y a algunas transformaciones en la división social del trabajo— la demanda digital de los consumidores para servicios y bienes sigue aumentando. Podemos concluir que las plataformas trabajan como operadores logísticos que conectan flujos y codifican las relaciones entre diferentes actores urbanos (produc - tores, consumidores, proveedores) hasta generar la expansión de nuevos mercados, tales como las llamadas economías de la compartición o gig economy . Sin embargo, varias encuestas, como aquellas de ETUI, 18 OIT 19 o McKinsey Global Institute, 20 evidencian que no es posible reducir el análisis del impacto de las platafor - mas sólo a la evaluación del crecimiento económico y las oportunidades de mercado, sino que enfatizan la necesidad de formular soluciones innovadores en términos de las políticas de regulación, de protección y seguridad sociales, así como de los dere - chos laborales. 21 En efecto, estas investigaciones consideran también la emergencia 15 De Stefano, The rise of the «just–in-time workforce» : On–demand work, crowdwork and labour pro- tection in the «gig-economy», 1. 16 Buckley, Labour and the city: Some notes across theory and research , 1–13. 17 Muñoz y Cohen, The making of the urban entrepreneur . 18 Degryse, Digitalisation of economy and its impact on labour market , 41–49. 19 Messenger, Working time and the future of work , 22–25. 20 McKinsey Global Institute, Independent work: choice, necessity and the gig economy. 21 Schor, Platform economy. Consequences for labour, inequality and the environment , 162–174; Arcid - iacono, Borghi, Ciarini, Platform Work: From Digital Promises to Labor Challenges , 611–628. trabajo y lucha por los derechos en el capitalismo de plataforma
RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3