Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social
50 blar conversaciones de uno a uno para tratar sobre los derechos de las trabajadoras, qué hacer si alguien sufre abuso por parte de sus empleadores o las autoridades. Sin embargo, este trabajo es arduo. La mayor parte de las trabajadoras tienen miedo de hablar con una extraña, no tienen tiempo de hacerlo o no les interesa. Además, esta actividad tiene poco impacto: de diez trabajadoras que se encuentran en un parque, tal vez sólo una está dispuesta a hablar. No obstante, ésta es la mejor manera de di - fundir la información entre trabajadoras del hogar no organizadas, y hacerles ver su condición laboral, y no como mujeres indefensas que realizan una actividad informal. La NDWA en NY opera como un centro de trabajadores, pero con una capacidad económica y política mayor, comparada con el resto de los centros de trabajadores que se centran en las trabajadoras del hogar. Ser parte de una organización nacional como ésta, le da a la oficina de NY la posibilidad y responsabilidad de ser un coordinador político de las trabajadoras del hogar en el estado; como ya se mencionó, coordina casi todos los encuentros locales y regionales de trabajadoras. También desarrolla, junto con socios como el Instituto de Trabajo de Cornell, la mayor parte del entrenamiento práctico y político para este grupo de trabajadoras, además suele liderar las relaciones existentes con funcionarios de gobierno en todos los niveles. Sin embargo, a diferencia de la mayor parte de los centros de trabajadores, la base de la oficina en NY tiene voz, pero no voto, en las decisiones, estrategias y tácticas seguidas por la NDWA–NY. El personal de Alianza en esa ciudad está compuesto por dos mujeres de primera gene - ración de inmigrantes, y dos de segunda generación, de las cuales dos son trabajado - ras del hogar, y son estas cuatro personas quienes toman las decisiones. En contraste, en muchos de los centros de trabajadores, éstos pueden opinar con voz y voto para decidir sobre el rumbo que deba seguir la organización. Por ahora, esta estructura no existe en la NDWA. Es probable que esto cambie cuando tengan una base de trabaja - doras del hogar más grande y fuerte. Conclusiones Organizar a las trabajadoras del hogar en NY es una tarea muy ardua. A pesar de la larga tradición de ser una ciudad de inmigrantes, de sindicatos y movimientos so - ciales, los trabajadores inmigrantes, en general, tienen miedo a la movilización. Hay varias razones para esto. Por un lado, las políticas antiinmigrantes de Trump se han sentido en NYC; durante mi etnografía, las trabajadoras del hogar mencionaron saber de personas que ya fueron deportadas, y decían que ICE en Nueva York tenía como blanco a inmigrantes indocumentados. En otras palabras, el miedo es una emoción real que la mayoría de los trabajadores inmigrantes experimentan diariamente. Ade - más, la mayoría de inmigrantes de América Latina y el Caribe no confían en sindicatos ni en ninguna otra organización de trabajadores. “Tú sólo quieres mi dinero”, “¿cuán - carlos piñeyro nelson
RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3