Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social

25 por propuestas de empresas contratistas con menores costos, en tanto, según se ha observado, las exigencias en la prestación de servicios van aumentando contrato tras contrato, por encima de los montos disponibles para las empresas externas. A su vez, de manera ocasional, es la propia compañía que “sugiere” a las empresas la integra - ción de determinados trabajadores que se desempeñaban con empresas contratistas previas. Esta práctica suele revestir orientaciones autoritarias por parte de algunas empresas contratistas frente a sus trabajadores, lo que es estimulado por la rapidez en que se desechan y/o admiten contratos comerciales. Simplemente llegó el día, un mes antes de irnos a HMS, y nos dijeron: ‘este es el contrato’; nos dijeron las condiciones y ‘si les gusta o no’. ‘Es lo que hay, y está presupuestado, quieren trabajar ¿sí o no?’ Varios tuvimos que aceptar porque no teníamos la opción de irnos ya a otro lado, porque se supone que hay un tiempo de aviso, pero acá en HMS fue muy rápido, a las dos tres semanas nos vamos. (Ch.E., electromecánico, EVH–Ingeniería). Otro aspecto interesante es la relación entre trabajadores y jefes, donde —según los testimonios recogidos— las jefaturas directas y/o supervisores en terreno se caracte - rizan por la proximidad y afinidad hacia los trabajadores en general, en gran medida porque éstos provienen de experiencia de trabajo de base (de trabajador no directivo). Sin embargo, predominan malas relaciones con sectores directivos, quienes están más preocupados del “negocio”, sin vinculación ni conocimiento práctico con las dinámi - cas de trabajo en terreno. En este sentido, se visualiza una orientación cada vez más despótica en la medida que más lejana se encuentra la jefatura de los trabajadores de base. Esto lo encontramos tanto en entrevistas a trabajadores directamente contrata - dos, como subcontratados: “Las jefaturas gerenciales (los que ven la plata) son con quienes se generan más conflictos” (M.M., operador de perforadora, empresa Cande - laria). “Mandos altos de Candelaria son los que presionan” (P.U., contratista). Asimis - mo, esta actitud se entremezcla con prácticas antisindicales en el mundo contratista: Nosotros trabajamos directamente con un jefe zonal, que es de Viña, y tiene como represalia a los sindicatos. Cuando nos formamos echaron a los dirigentes, y cuan - do supieron que estaban cubiertos por la ley tuvieron que reintegrarlos. Hemos tenido que hacer demanda para que nos fiscalicen el tema laboral. El dueño de la empresa es prepotente: “Si no les gusta tomo mis buses y me los llevo” (P.M., conductor de bus transporte de personal, empresa Vershai). Uno de los entrevistados plantea que Candelaria presiona desde arriba, a trabajadores propios y también a subcontratados, dando cuenta de un problema extensivo asocia - do con la subcontratación, que es el ejercicio de mandato directo de jefaturas de la subcontratación laboral e impactos ambientales en la gran minería privada

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