Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social

198 localizadas de los Centro de Trabajo. Estos últimos se diferencian de una tradicional organización de trabajadores en cuanto a que aglutinan a sus integrantes a partir del elemento étnico y de la condición de migrante, más que por el específico sector labo - ral. También se diferencian por ser espacios organizativos que el autor define como “híbridos”, en cuanto a que adoptan prácticas que proceden de tradiciones de lucha diferentes, que van desde la promoción de talleres de formación para sus afiliados, a las iniciativas de intervención en el espacio público para la visibilización social de su sector, hasta las tradicionales acciones reivindicativas. En el caso de los trabajadores de las plataformas digitales de Bolonia, en cambio, se observa la constitución de una experiencia de “sindicalismo urbano e informal”, como lo define el autor, como un ejemplo de una tendencia general que está ocurrien - do entre estos tipos de trabajadores en diferentes ciudades europeas. Estas experien - cias de organización suelen surgir de manera autoorganizada y con un elemento de horizontalidad interna, buscando, a través de sus luchas, adquirir poco a poco un reconocimiento de las instituciones, la legislación y las empresas para participar en las negociaciones con ellas. En el caso de la experiencia en la cual participan los trabajadores de la adminis - tración pública en Roma, se percibe un intento embrionario y autoorganizado para tutelar a trabajadores autónomos o asalariados subcontratados que encuentran difi - cultad para encajar en los tradicionales sectores laborales organizados por los sindi - catos institucionalizados. En otras palabras, tal experiencia muestra un intento de los trabajadores de constituir nuevas instancias de sindicalismo a la altura de las transfor - maciones productivas contemporáneas y las figuras del trabajo producidas por ellas. Del panorama heterogéneo que se presenta en los capítulos del libro, se observa una general carencia y debilitamiento del diálogo social , con respecto al que los sectores tradicionales del movimiento obrero habían alcanzado durante el siglo pasado, im - plicando así un cambio hacia una mayor violencia estructural y una dificultad de los trabajadores y trabajadoras a constituir procesos de construcción de paz en la defensa de sus intereses y derechos. En el caso de las trabajadoras y trabajadores no subordinados asociados en empresas de la economía social, parece que la noción misma de diálogo social en el sentido de la OIT deja de funcionar, en cuanto que las condiciones actuales de la producción capitalista los presentan como simples acto - res económicos que operan dentro de las reglas del mercado. Los comerciantes de la Ciudad de México, por el contrario, promueven la construcción de diálogo social a través una relación bipartita entre ellos y las instancias de gobierno con el fin de generar un entorno legal y normativo favorable, que a veces busca atacar indirecta - mente a los grandes actores económicos que afectan sus actividades. Para el caso de trabajadoras y trabajadores subordinados no convencionales, se detecta una ausen - cia de reconocimiento institucional y/o de protección legal, tanto de quienes trabajan como de sus organizaciones, que da cuenta de la ausencia o debilidad de diálogo conclusiones

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