Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social

195 dificultad, la capacidad y necesidad de movilidad de la fuerza–trabajo. El caso más claro es, obviamente, el de las trabajadoras domésticas migrantes en Nueva York. Pero también otros casos hablan de la práctica migratoria de los trabajado - res, aunque no queda en el centro de la mirada de los artículos como en Guerrero y en El Salvador. Al mismo tiempo, observamos una internacionalización de las organizaciones. Se nota en el caso de los repartidores de Bolonia, donde falta una coordinación nacional del sector, pero se dieron encuentros a nivel europeo. • Una cuarta globalización de las interacciones. Es especialmente evidente en el caso de la Ruta del Marañon en El Salvador. Allí donde la aspiración de actores pequeños que operan bajo economía social no impide su participación en el mer - cado mundial, exportando su producto, principalmente a Estados Unidos. Nuevas figuras del trabajo, entre multiplicación del trabajo y precariedad Entrando ya más a los casos de estudio, se nota otro elemento interesante: las inves- tigaciones presentan una pluralidad de figuras del trabajo que desbordan la figura tradicional del trabajador subordinado asalariado, alrededor de la cual se habían cen - trado las preocupaciones de los organismos institucionales y sociales en el siglo pa - sado. Observamos situaciones laborales muy distintas que podemos distinguir entre trabajadores no subordinados y trabajadores subordinados en condiciones no conven - cionales diferentes al modelo de trabajo de la era fordista. Con respecto a los trabajos no subordinados, encontramos a pequeños produc - tores agrícolas —como en los casos de los campesinos de Guerrero, México, y de El Salvador— que suelen operar con unidades productivas de tipo familiar, las cuales, a su vez, se articulan entre ellas a través de instancias asociativas para ciertas activida - des de transformación y distribución de sus productos. En el caso de Puebla, México, también encontramos una experiencia de tipo asociativo en el ámbito rural, donde las mujeres que trabajan en la promoción del servicio de salud son socias de la cooperati - va y reciben un ingreso bajo la forma de salario. En cambio, hay trabajadores por cuen - ta propia en el caso de la expansión del sector educativo no público en Cuba, o en los comerciantes de los mercados públicos de la Ciudad de México. En este último caso, y de manera parcialmente análoga a lo que suele ocurrir en las unidades campesinas, a menudo el dueño del puesto cuenta con el apoyo de familiares que están en una posi - ción subordinada y no remunerada, o asalariada de manera informal. Estas diferentes figuras de trabajo mayoritariamente no subordinado dan cuenta de la tendencia hacia lo que se ha llamado multiplicación del trabajo, y presentan una dificultad con respecto a su clasificación o agrupación en categorías analíticas comunes, debido a la variedad conclusiones

RkJQdWJsaXNoZXIy MTY4MjU3