Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social
186 Un último elemento, que en los años recientes ha limitado su acceso a los recur - sos naturales, es el acaparamiento. Hay ríos que pasan por terrenos de algún socio o desconocido y entonces se les impide pasar por ahí o usar el río y, si quieren hacerlo, deben pagar porque ponen mallas y a alguien que esté cobrando la cuota. Ellas y la comunidad afirman que “el río es parte del pueblo”, 26 no saben si está o no permitido y si existe alguna situación de corrupción que permita esto, lo cierto es que sucede y les afecta. Este arraigo a su tierra es porque desde antes de la conquista estos pueblos estaban asentados ahí, por lo tanto, todo lo que la “tierra” les proporciona es de ellos, se trata de un bien común. La falta de lluvia provocada por el calentamiento global impacta la cosecha, la producción de la milpa, café, plantas comestibles y medicinales disminuyen, y esto tiene un efecto negativo en toda la comunidad. Ellas ven como un reto que los pobla - dores se concienticen de las implicaciones negativas que para ellos tiene la contamina - ción y de la importancia de que todos contribuyan para disminuirla. El sueldo que perciben como promotoras es fijo y el mismo para todas, sin embar - go, si dan talleres o cursos en las comunidades eso es un extra sobre su sueldo, si las actividades concluyeron antes de la jornada laboral, que es de ocho horas, se les paga el día completo. En el caso de que la cooperativa tenga una jornada de salud o algún acontecimiento especial se les asignan más horas que, por supuesto, son pagadas; no es igual cuando en su día a día se extienden de las ocho horas por visitar a un enfermo, o atender a socios. Cada promotora reporta cuántas horas trabajó, hace una planeación de actividades, informe de actividades, con horario, evidencias como fotografías y levanta - miento de actas cuando hay taller; en el último caso la mesa directiva debe sellar el acta. El sueldo de las promotoras, en general, representa al menos 50% del ingreso familiar, si no es que se trata del único; sólo dos tienen otro trabajo haciendo textiles con otras mujeres de la comunidad donde viven, con el objetivo de generar un extra. Los textiles —principalmente blusas— en esta zona son una parte fundamental de su vida, además de ser muy apreciados y cotizados. Al llegar a casa las promotoras deben hacer labores domésticas y estar con la fa - milia, a veces se estresan por esta razón. Descansan un día a la semana y ellas deciden cuál es, no tiene que ser un sábado o domingo, tener la flexibilidad de escoger el día lo ven como beneficio. La razón de que no sea un sábado o domingo fijo es porque esos días encuentran con mayor facilidad a las familias en sus casas. El tiempo libre es muy valioso para ser aprovechado al máximo con la familia. Una promotora joven manifestó que en ocasiones no podía estar en actos familiares o salir a divertirse con las amigas por estar trabajando y eso lo percibía como desventaja. Otras, por el contrario, saben lo que significa una cooperativa y por ello dedican más tiempo sin que sea una carga o lo lamenten. 26 Ibidem . yolanda catalina cruz contreras
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