Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social
143 La organización se mantuvo y continuó el seguimiento a nuevas problemáticas y necesidades de los mercados públicos, como fue el caso de la norma 29, una regla de ordenamiento territorial que hacía referencia al mejoramiento de las condiciones de equidad y competitividad para el abasto público y, en términos técnicos, regulaba los usos de suelo para la autorización y ubicación de supermercados de autoservicio en las inmediaciones de los mercados públicos. Esta controvertida norma fue invalidada y después de múltiples manifestaciones en las calles y mesas de negociación con dife - rentes representantes de gobierno, los mercados públicos se vieron una vez más des - protegidos de una medida que limitara la competencia aniquiladora de los productos de la canasta básica con los grandes capitales de supermercados. Como resultado de una serie de acontecimientos coyunturales que agudizaban las condiciones de despro - tección de la actividad económica de los comerciantes de los mercados públicos, éstos recurrieron a la organización como herramienta de presión y canal de diálogo para tener voz y participación política en la toma de decisiones. Dentro de los espacios de negociación con las autoridades, la organización sugirió la patrimonialización de los mercados públicos de la ciudad, con el propósito de garan - tizar su existencia y crear en el gobierno capitalino un compromiso de apoyo e impulso a los mercados. La UNESCO define el patrimonio como “un producto y un proceso que suministra a las sociedades un caudal de recursos que se heredan del pasado, se crean en el presente y se transmiten en las generaciones futuras para su beneficio”. 18 Para este organismo, la relevancia de la noción de patrimonio está vinculada al “capital cultural” de las sociedades contemporáneas, además de su importancia económica para el sector del comercio. El 18 de mayo de 2015, los locatarios de los mercados públicos, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico que ha fungido como intermediaria (entre ellos y la Secretaría de Cultura), enviaron los documentos de petición a la Secretaría de Cultura para que se declarara como patrimonio cultural intangible a las manifestacio - nes tradicionales que se dan en los mercados públicos de la Ciudad de México. Esta estrategia surgió como iniciativa de los comerciantes de mercados públicos ante la desprotección que generó la invalidación de dicha norma de ordenamiento territorial. La iniciativa fue promovida desde abajo, como confirmó en entrevista el funcionario público Alejandro Piña, director general de Abasto, Comercio y Distribu - ción de la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, quien señaló que “el proceso [de patrimonialización] parte de la solicitud expresa de los propios comerciantes locatarios de los mercados públicos de la Ciudad de México, buscando preservar tradiciones y manifestaciones culturales que se presentan en los mercados públicos, cuyo origen se remonta a tiempos prehispánicos en las formas y métodos de comercialización de mercancías y bienes”. 19 18 UNESCO, Indicadores de cultura para el desarrollo , 132. 19 Comunicación personal, Ciudad de México, febrero de 2017. mercados públicos en la ciudad de méxico: organización, diálogo social
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