Multiplicación del trabajo y nuevos retos para la justicia social

107 diurno cubano. Éstas suelen ser labores que demandan poco tiempo del estudiante, pero son trabajos de nuevo tipo como: repasadores, servicios informáticos, de foto - grafía e impresión, entre otros, que de manera general funcionan como freelance . Son estudiantes de nuevo tipo, insertados en los recientes modelos de trabajo y de manejo de la información, y que necesitan padres o familiares que puedan respaldar econó - micamente esas propuestas. Por otra parte, la educación privada suele impartirse en la propia vivienda del educador, lo cual demanda invertir permanentemente en mantener, reparar y con - servar las condiciones del local en buen estado. Por lo tanto, sólo aquellos que tienen ingresos extra pueden permitirse este lujo. Hay quienes carecen de recursos materia - les básicos, como pizarrón, equipos digitales o mesas y sillas para sus estudiantes, lo cual los precariza, y se pudiera extender también este empobrecimiento a los métodos pedagógicos y de educación que aplican con sus educandos. Asimismo, la educación complementaria que brindan instituciones del sector pú - blico no estatal, generalmente cuentan con apoyo financiero de la cooperación inter - nacional, lo cual las favorece en recursos para la enseñanza, y de esta manera resultan más atrayentes sus propuestas, además de proponer temas interesantes que no suelen impartirse en otros espacios educativos. Gestión del tiempo y autonomía Ha habido un casi total consenso entre los entrevistados en que hay más autonomía y autocontrol del tiempo en el sector educativo privado que en el estatal. El sector privado, así como el público no estatal de educación complementaria, tienen mayor autonomía también en el manejo de la cantidad de estudiantes a atender, así como en las asignaturas y métodos de estudio a impartir. De manera paralela, cuando son profesores independientes no tienen que lidiar con las estructuras administrativas que, por lo general, entorpecen y limitan la creati - vidad del educador. Paz y justicia social En su concepción como servicio público ofrecido equitativamente por el Estado para proveer un derecho social y cultural, la educación en Cuba tiene la intencionalidad de promover la justicia social. La equidad e igualdad de derecho y oportunidades de acceso a los diferentes ser - vicios, niveles y posibilidades de educación, y las diferentes campañas por educar a personas en desventaja social, se asumen como fortaleza; desde 1959 se proclama públicamente que no existen límites de clases en la Cuba revolucionaria. Tal realidad comenzó a cambiar desde 1990, década en que se aceptó la diferenciación social en el acceso a recursos (remesas del extranjero, creación de empresas con inversiones de capital de ultramar, uso productivo de la propiedad privada, la ya posterior libe - caracterización de las modalidades emergentes de empleo

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